Las ciudades inteligentes están transformando el modo en que abordamos el problema creciente de la contaminación del aire. Aprovechando la tecnología de punta y la innovación urbana, es posible monitorizar, analizar y combatir eficazmente los agentes nocivos que afectan la calidad de vida en los entornos urbanos. Este avance no solo mejorará la salud de los ciudadanos, sino que también impulsará el desarrollo de ciudades más eficientes, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.